Personajes del verano: el OVE

Por clamor popular iniciamos esta minisección del Wine And Coke dedicada a los personajes del verano. El primero de ellos no podía ser otro que el inefable Juan Antonio, también conocido como el Ove por su pelo corto y muy rizado. Hagamos un repaso a lo que ha significado este personaje en nuestros veranos narejiles.

A Juan Antonio comenzamos a frecuentarlo en nuestra preadolescencia, cuando el escondite quedó relegado en nuestros veranos por imperativo de las chicas del grupo. Era amigo nuestro por cercanía geográfica, como dice Bart de Milhouse, vivía justo al lado de nuestra calle así que... era lógico que entrara en Los Nueve Ases (en otro post os explicaré esto).

Durante los primeros años Juan apenas dejó momentos memorables. Quizá aquella broma telefónica (era el único que tenía fijo en la playa!!) en la que Lourdes le convenció de que Ana (la prima de Alvarez) estaba loca por él y Juan Antonio entró al trapo de una manera increíble. Pero los años pasaban y nuestro amigo iba a alcanzar sus cotas máximas de protagonismo con nuestro desembarco en las tascas de Los Narejos.

Juan no era el más gracioso del grupo ni el más listo, era uno más, no destacaba por nada. Pero cuando como digo empezamos a acercarnos a El Farallón, Pelotazo y La Ola entre otros sitios, Juan Antonio se destapó como un gran bailarín. Durante varios años seguidos nos sorprendió con sus dotes para calcar las coreografías de las canciones de los sucesivos veranos. Según nos confesó se pasaba los meses de Junio viendo videoclips y luego sabía imitar a los mejores bailarines del pachangueo nacional: Chayanne, Ricky Martin y compañía no tenían secretos para él. Nosotros nos quedábamos flipados con sus movimientos de caderas y de brazos e intentabamos imitarle con mejor o peor éxito.

Pero fueron pasando los años y Juan Antonio poco a poco se fue prodigando menos por Los Narejos. Decía que estaba currando o que se estaba preparando las asignaturas que había suspendido en Junio (según las malas lenguas tras varios años en la UCAM sólo aprobó Ética). Sea por lo que fuere notábamos en él una progresiva tendencia al cansancio y eran frecuentes las veces en las que se negaba a salir por "estar cansado" (estas palabras iban acompañadas indefectiblemente por una subida de cejas y un entornado de ojos característicos). Tan sólo podíamos conseguir que se apuntara a alguna que otra partida de póker.

En los últimos años ha participado poco en nuestros veranos, pero ha dejado un par de perlas. Hace tres veranos Deif y Álvarez lo liaron para salir con su coche por Cabo de Palos. En el último momento él se echó para atrás poniendo una excusa bastante inverosímil: No tenía pantalones!. Nosotros no salíamos de nuestro asombro pero Deif supo salir del atolladero dejándole unos vaqueros del abajofirmante. Para los que no conozcáis a Juan Antonio deciros que tenía unas 10 tallas menos que la mía, así que imaginaros el resultado. La última vez que lo vimos fue este verano pasado en un botelleo en Maná y nos contó para nuestra sorpresa que había puesto junto a su hermano una tienda de golf y pádel al lado de Centrofama. (Se me olvidaba contar que los padres de Juan Antonio tienen muchas pelas).

Pero no podemos terminar este post sin mencionar a aquellos personajes que lo acompañaron. Podíamos a citar a su ya fallecido abuelo, que se pasaba imperturbable los veranos en el porche, o a su no menos anciano y también muerto perro Copet, pero prefiero otro. Prefiero hablaros de Iván. Iván era un chaval algo más joven que nosotros. Nuestro grupo andaba por los 14 o 15 años e Iván, un amigo de Juan Antonio tenía unos 12. En esas épocas esas edades se notan y nosotros decidimos que Iván abandonara el grupo. Pero lo mejor es que metimos al pobre Juan en el embolado. Para que Iván nos dejara tranquilos decidimos decirle "Vete ya".Yo le dije "Ve", David "Te" y Juan (su amigo del alma) pronunció un "Ya" que le dolió a él más que al pobre Iván.

Grandes momentos los pasados con Juan Antonio. Esperemos que este verano se deje caer por Los Narejos y recordemos los viejos tiempos y vivamos nuevos que merezcan la pena ser contados en futuros posts.